miércoles, 7 de diciembre de 2011

Cevichería La Mar

Bogotá, Colombia

Este es el segundo restaurante en Bogotá, con el genial sello de Gastón Acurio, a quien responsabilizan del boom de la gastronomía peruana en el mundo. Ubicado en un amplio local de Usaquén, su carta va más allá de los ceviches que uno imaginaría como su fuerte, haciendo alusión a su nombre. He tenido la oportunidad de ir tres veces, con lo cual haré en esta nota un resumen de mis tres visitas.

La primera vez, fue como a los tres meses de haber sido abierto. En ese entonces, llegar sin reserva era una condena a dar media vuelta y volver aburrido a casa. Sin embargo lo hicimos y la espera de media hora para sentarnos en una mesa nos sirvió para ordenar un par de pisco sours. En mi caso pedí un pisco que venía con chicha morada. Rico aunque el precio de este, un poco exagerado a mi parecer.

Ya en la mesa, las entradas están marcadas por una serie de ceviches y tiraditos de pescados y mariscos, con leche de tigre, y los diferentes ajíes peruanos como el amarillo, el panca y el rocoto. Estos se complementan con las peruanísimas causas (moldes de papa amarilla, coronadas por pollo o mariscos) y otros antojitos de mar como unos riquísimos anticuchos de pulpo, brochetas o pinchos de patas de pulpo marinadas en ají panca y asadas a la parrilla, montadas sobre una cama de puré de papa amarilla. Tanto los ceviches como las causas se pueden pedir en platos de degustación, siendo esta mi recomendación para los "primerizos" ya que pueden disfrutar de las diferentes versiones que se preparan en este restaurante para estos platos.

Pasar a los platos fuertes es otra dura decisión. Entre los arroces, los pescados, los saltados y otras delicias tradicionales de esta cocina, la cosa puede ser complicada.

Yo he pedido en mis tres visitas dos versiones de tacu tacu y un arroz con mariscos. Este último con una buena carga de langostinos, calamar, pulpo y pescado. Un justo toque de picante y lo que para mi marcó una deliciosa diferencia en este plato... estaba adornado con una mezcla de cebolla, pimentón y cilantro marinados en leche de tigre (jugo que resulta del traadicional ceviche). Este toque ácido al mezclarlo con el arroz resultaba realmente refrescante.

Volviendo a los Tacu Tacu, este plato consiste en una mezcla de arroz con fríjoles machacados, los cuales se mezlan y se sofríen en una sarten hasta lograr una corteza dorada. Esta mezcla normalmente se baña con una preparación calduda a base de mariscos o carnes. 

En la carta de La Mar, hay dos versiones. La primera llamada Tacu Cauche. En este plato, la salsa es de langostinos, camarones, conchas y calamares preparados en una salsa al estilo del cauche arequipeño (salsa cremosa preparada con tomate, ají amarillo y queso). El segundo, mi favorito, es el Tacu Tacu Super La Mar, acompañado de lomo saltado con camarones y calamares... es como matar dos pájaros de un tiro.

Hasta ahora desafortunadamente no he logrado llegar a los postres. Al igual que con las entradas, para terminar hay una opción de degustación de postres, pero entre las generosas porciones de los platos fuertes y la poca capacidad que he tenido para sacrificar parte de las entradas, me he perdido de este momento final de la comida, el cual estoy seguro que no desentonará para cuando lo logre.

Para resumir, este restaurante es un verdadero punto referencia de la comida peruana en Bogotá. Sus precios por encima del promedio, pero hay que tener el cuenta que el componente marino en la mayoría de sus preparaciones lo ponen en el promedio de otros. Afortunadamente para quienes planeamos poco nuestras salidas  a comer, ya se puede llegar sin reserva y lograr, en el peor de los casos con una corta espera, entrar para conocer el porqué su propietario se ha ganado la reputación que ha logrado con el paso de los años.

Calificación (0 a 5):
Comida:5
Servicio: 3.5 (lento y aveces desordenados con el orden del pedido)
Decoración: 4
Precios: Entre $50.000 y $70.000 (Us$25 y Us$36) por persona

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